TEJIDO PARÉNQUIMA
El parénquima es un tejido poco especializado implicado en una gran variedad de
funciones como la fotosíntesis, el almacenamiento, la elaboración de sustancias
orgánicas y la regeneración de tejidos. Está formado por un solo tipo celular,
la célula parenquimática, que
generalmente presenta una pared celular primaria poco engrosada. Esta célula
muestra menor grado de diferenciación que otras células de las plantas y por
eso se considera que podría ser precursora del resto de los tipos celulares. Es
la más parecida a la célula meristemática. Tiene la capacidad de "des
diferenciación", es decir, puede perder el grosor de su pared celular,
convertirse en una célula totipotente y comenzar una actividad meristemática.
Por ejemplo, se usa experimentalmente para la formación de callos (masa de
células indiferenciadas que es posible manipular en el laboratorio y
transformar en una planta adulta). El parénquima se encuentra formando masas
continuas de células en la corteza y en la médula de tallos y raíces, en el
mesófilo de la hoja, en la pulpa de los frutos y en el endospermo de las
semillas. Puede representar un 80 % de las células vivas de una planta. La
célula parenquimática también puede aparecer asociada al xilema y floema,
formando parte integral de los mismos. Parte de la capacidad de regeneración de
las plantas tras heridas se debe a la actividad de las células meristemáticas.
Según su actividad y función nos encontramos 4 tipos de
parénquimas:
Parénquima
clorofílico. Este tipo
de parénquima, denominado también, clorénquima,
está especializado en la fotosíntesis ☆ gracias a que sus células contienen numerosos cloroplastos☆. Se encuentra por lo general debajo de la
epidermis donde la luz llega más fácilmente y su principal localización es en
las hojas, aunque también es común en la corteza de los tallos verdes. El
clorénquima de la hoja se denomina mesófilo y se divide en dos tipos: en
empalizada, más expuesto al Sol, y parénquima lagunar, en la parte más sombría.
El primero tiene mayor número de cloroplastos y parece llevar a cabo una mayor
tasa de fotosíntesis. En el parénquima lagunar hay más espacios interelulares
gracias a los cuales es un buen tejido para el intercambio de gases y agua con
la atmósfera.
Parénquima de
reserva. Sus células sintetizan y almacenan
diversas sustancias como granos de
almidón, cristales proteicos, lípidos, proteínas, etc. Algunas de estas
sustancias pueden encontrarse en forma sólida, aunque lo normal es que estén
disueltas en la vacuola, que es el órgánulo especializado en el almacén de
sustancias. Tambiém en el citoplasma se pueden acumular algunas sustancias como
azúcares y sustancias nitrogenadas. Algunas células almacenan un tipo de
sustancia aunque otras pueden contener sustancias de diferente tipo. El
producto de reserva más frecuente es el almidón. Las proteínas
almacenadas
suelen ser importantes como fuente de nitrógeno, un bien escaso para la célula
y generalmente el destino de estas proteínas es la degradación.
Parénquima
acuífero. Sus células presentan una gran vacuola que almacena agua, muy útil para las plantas xerófitas. Se puede
considerar como un parénquima de reserva especializado.
Aunque
todas las células parenquimáticas almacenan agua en mayor o menos medida, las
células del parénquima acuífero están especializadas en esta función. Las
células parenquimáticas que almacenan agua son grandes, de paredes delgadas y
con una gran vacuola donde se acumula el agua. En el citoplasma o en la vacuola
hay mucílagos, conjunto de sustancias que aumentan la capacidad de absorción y
retención de agua. Este parénquima es característico de las plantas que viven
en climas secos, denominadas plantas xerófitas.
En
los órganos subterráneos encargados de almacenar sustancias de reserva no suele
haber tejidos especializados en el almacén de agua, aunque las células que
contienen almidón u otras sustancias de reserva tienen también una gran
capacidad de almacenar agua.
Parénquima
aerífero. Sus células
dejan grandes espacios intercelulares comunicados
entre sí, por donde circulan los gases que permiten la aireación de las plantas
hidrófilas.
El
parénquima aerífero o aerénquima es un tejido que contiene grandes espacios
gaseosos intercelulares, mayores que los normalmente encontrados en otros
tejidos. Está especialmente desarrollado en las plantas que viven en ambientes
muy húmedos o acuáticos (son las denominadas plantas hidrófitas), aunque
también puede aparecer en algunas especies no acuáticas sometidas a estrés.
Aparece tanto en raíces como en tallos. En las raíces se han descrito dos
formas de producir aerénquima: esquizogenia y lisogenia. La esquizogenia es un
proceso que se produce durante del desarrollo del órgano y que produce este
tipo de parénquima por diferenciación celular. La lisogenia es consecuencia del
estrés y las cavidades gaseosas se producen por muerte celular. El aerénquima
por lisogenia se forman en plantas como el trigo, cebada, el arroz o el maíz.
Algunos autores proponen un tercer tipo de formación de aerénquima denominado
expansigenia en la cual se crean espacios sin que las uniones celulares desaparezcan
(ver esquema de Seago et al., 2005).
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